Durante las fiesta patronales de San Froilán de 1969, y a iniciativa de Don Ezequiel García Rodríguez, recaudador de impuestos, se diseñó un curioso dispositivo para hacer que la fuente barroca de San Vicente manase vino en lugar de agua.

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Se volvió a realizar este acto, de forma irregular, en los años ochenta y en los noventa, en que hubo tres ediciones seguidas entre 1992 y 1994. Sin embargo por diversas cuestiones no se repitió.

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Aún así quedó en el imaginario colectivo aquella fuente que manaba vino y se popularizó tanto, probablemente, por su llamativa estética y por la originalidad del sistema, que fue cambiando a lo largo del tiempo.

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Desde el año 2014 Lugo Monumental recuperó esta hermosa tradición y colabora con el santo para que cada 29 de julio (día de Santa Marta, patrona de la hostelería) obre el "Milagro" de esta peculiar tradición que tanto lucenses como foráneos disfrutan enormemente. Hay que destacar que el vino se reparte gratuitamente gracias al patrocinio de Viliga (Vinos y Licores de Galicia).

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Si en su origen el vino corría por las cañerías de la fuente, actualmente se utilizan tubos alimentarios y un sistema de circuito cerrado que hace que el vino no entre nunca en contacto con la propia fuente por motivos de seguridad del monumento y, por supuesto, de salubridad e higiene.

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Durante los años 2020 y 2021 no se realizó el "Milagro" a causa de la pandemia pero se recuperó en 2022.