La Iglesia pertenecía al Convento de San Francisco, si bien la mayor parte del mismo es actualmente el Museo Provincial. Según la tradición este convento fue fundado por el propio San Francisco de Asís, si bien este dato no está confirmado.

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Sin lugar a dudas entre las muchas virtudes de la Iglesia de San Pedro la más destacable es su perfecta acústica. El diseño del templo, sus materiales, la disposición de los ábsides... todo ello hace que la calidad del sonido sea increíble y que cualquier acto en este templo disfrute de la inigualable ventaja de una audición perfecta.

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Tiene un una única nave, que disfruta de una cubierta todavía de madera, hermosísima obra de arte con un artesonado digno de admiración.

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Como curiosidad cabe destacar que bajo el altar mayor hay una cripta, muy poco conocida para el gran público, ya que no es accesible actualmente. Fue descubierta en los años 70 durante una reforma de la Iglesia.

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Recientemente se ha hecho una restauración integral del templo que le ha devuelto su esplendor.